Yo no soy Jordi Pujol. Nunca estuve de acuerdo con sus políticas y no siento ninguna pena por la confesión de un anciano que siempre actúo en favor de su clase social y --ahora lo sabemos-- en favor de su propio clan. Yo y tantos otros catalanes no somos Jordi Pujol. Siempre me molestó, en sus larguísimos años de mandato, que cuando viajaba por España tuviese que aclarar que los que sufríamos en primer lugar la política sectaria de Pujol éramos los catalanes o, al menos, algunos catalanes. Yo no soy Jordi Pujol. Pero ahora en España se está poniendo de moda aprovecharse de la "confesión" del expresidente para poner en entredicho el proceso soberanista. Resulta que saber que los políticos catalanes pueden ser corruptos deslegitima la voluntad de una parte muy importante del pueblo catalán de poder decidir su propio futuro. Pues no, señoras y señores. Que la derecha catalana es tan detestable como la derecha española lo sabemos muy bien muchos más de los que algunos pien
Dans la sensation. / On prend ce qui vient./ Dans le sentiment./ On intervient. (Antonin Artaud)