1. ¿Qué papel
considera que juega Barcelona en el mapa cultural global?
Un papel fundamental
como referente, pero sólo del arte del pasado, no del actual. El románico, el
barrio gótico, el modernismo, Gaudí, Picasso, Miró, Dalí, Tàpies más lejos… son
reclamos turísticos, pero no se están planteando para generar conocimiento,
para dialogar con la cultura del presente, la autóctona y la exterior. La
creación y el pensamiento en Cataluña son fuertes, pero no se les ofrecen
estrategias para comunicarse con los centros de decisión y con los discursos
del mundo global.
2. ¿Qué carencias
detecta?
Los responsables de la
Generalitat hablan mucho de la cultura catalana como elemento vertebrador, pero
les interesa poco (el presupuesto tan bajo que el Govern le dedica a la Cultura
lo confirma) y confían muy poco en el tejido cultural existente. Parece que han
optado por la banalización, por el aterrizaje de personajes mediáticos en el
campo de la cultura y por desatender a los profesionales del sector. En fin,
mucho aparador, el conseller Mascarell en rueda de prensa permanente, reclamando
foco y oscureciendo, por tanto, a los verdaderos protagonistas, los creadores y
los pensadores del país. Además, siempre está refiriéndose a presuntos grandes
proyectos para los que, inmediatamente, anuncia que no hay dotación
presupuestaria; un juego de pura retórica, especialmente con esa obsesión por
hablar de las industrias culturales sin haber leído antes a Adorno. O
habiéndolo leído, lo que aún resultaría más demoledor.
3. ¿Son subsanables?
¿Cómo? ¿Qué medidas cabría tomar?
Menos dirigismo
político. Que los partidos no tomen a la cultura como la parte débil de la
política. Y que se establezcan estrategias en la educación y en la cultura para
fomentar el diálogo, el conocimiento crítico. Un NO rotundo a la frivolidad, a
la cultura entendida como mero entretenimiento o como aglomeración de turistas.
En tiempos de crisis tan agudas como la actual, son los artistas, los críticos
y los teóricos del momento los que deberían discutir la cultura y el arte de
una posible Cataluña independiente. ¡Deben hacer oír su voz y abandonar ese
silencio generalizado! Sin confianza en la capacidad creativa del tejido
cultural del presente, siempre volveremos a las alabanzas del arte del pasado;
por tanto, a la cultura sin criterio, a la banalización. Y, si eso discurre
así, el futuro es desalentador.
(La Vanguardia, 21/07/2014)
ole!
ResponEliminaLo que llaman cultura catalana, estos politicos, es un cocido de tradiciones y resentimientos pueblerinos contra lo extraño.
ResponEliminaRepetir cada año las mismas cosas, por llamarlas de alguna manera, no es cultura, els pastorets, y o todas las "tradiciones" no hacen la cultura, la asfixian.
El arte no debe ser propiedad de un grupo de neofascistas. El arte se convierte asi en una bomba . Pronta a estallar. Creo que ha llegado el momento:
Los artistas debemos dejar de lamer culos y erigirnos en dueños de nuestro trabajo
Vasta de farsa. El arte encriptado solo para entendidos debe desaparecer.
Hace falta una educacion verdadera que permita a todos pensar y disfrutar de la inteligencia. Cosa imposible si los politicos siguen amordazando el arte verdadero a base de golpes de subenciones a los artistas tarados .
Cumplire 80 Años en Agosto de este año, he trabajado en diferentes proyectos, y se que es dificil doblegar a los politicos,Pero no es imposible.
En principio es necesario renunciar a las subenciones.
Solo puedo ofrecer sudor y lagrimas para que vuestros hijos puedan pensar.
Reivindicas el arte y la cultura sin dirigismo político, incluyéndote implícitamente en un abstracto e irreconocible colectivo de profesionales trascendentes silenciados por los políticos electos, y luego vas y dices que hay que "discutir la cultura y el arte de una posible Cataluña independiente". ¿En qué quedamos? ¿No será que el dirigismo político que detestas es aquel que no coincide con el tuyo?
ResponElimina